Reseña de ANASTASIA (1997) - Don Bluth y Gary Goldman.

Da igual la época del año que sea, pero mejor una vez en diciembre, esta película hay que verla. Y por muchas razones (y sean las principales): es maravillosa y punto. Desde el trabajo de animación, la banda sonora y sus canciones, la trama, la historia, el contexto histórico, los valores que se transmiten, el reparto original de las voces de doblaje… muchas cosas y poco tiempo para hablar de todo.

Contra todo pronóstico puedo asegurar, aunque me queme la mano, que Anastasia (1997) es mejor película que otras muchas de otros estudios famosos de animación (ejemDisneyejem). Analicemos en la medida de lo posible cada uno de los equipos de trabajo que aquí intervienen por si aun no has visto la película (o hace mucho que no la ves) y a estas alturas aun te lo estar replanteando.

El contexto histórico y la trama de la familia Romanov es increíble, sobre todo para los que sienten admiración y fascinación por las guerras, catástrofes sociales, golpes de estado y revoluciones. De lo poco que recuerdo de lo que aprendí en el instituto/colegio (no es culpa mía no recordarlo, sino del sistema), la hija menor de la familia de los Romanov (Anastasia) estuvo desaparecida durante mucho tiempo llegando a especular que había sobrevivido a la revolución rusa contra los zares y el imperio que gobernaba entonces. Es este momento clave lo que motivó hacer la película en 1997 totalmente de ficción, ya que su cuerpo apareció en una cuneta o una fosa común (hablo de cabeza, si en algún dato estoy confundida: ponlo en comentarios). Fue de ese pensamiento que se creía que Anastasia seguía viva donde partió la película, como se puede ver desde el principio. Por otro lado, me fascina que de repente la revolución rusa de 1917 la causara Rasputín echando una maldición sobre la familia de Nicolás II, cuando era pequeña: yo me lo creía firmemente que eso había ocurrido así.

Es de las pocas películas donde el objetivo principal del protagonista, en este caso Anastasia (o Anya como se hace llamar), va en busca de la verdad y de respuestas a su borroso pasado, y lucha para conseguirlo. No hay príncipe azul, ella se embarca en una aventura donde se la recompensa con conocimiento de su vida y una familia, aunque esté destruida. Salvando las distancias y quedándonos solo con el color del pelo, hay cierta similitud espiritual (por así decirlo) con Mérida, de la película Brave (2012) del estudio de animación Disney.

Cambiando de tocata: la banda sonora y las canciones, sencillamente increíbles. Nos sabemos todas (obviamente) y algún que otro diálogo, porque así somos. Es película 100% de infancia y no porque yo la tuviera en VHS, sino que la tenía mi mejor amiga. Así que podéis adivinar cual era el plan de cine por la noche cada vez que dormía en su casa, en bucle básicamente.

Vean esta película, sobre todo en diciembre, llenaros la mente de fantasía y aventura, la ocasión lo merece. Amiga: ojalá algún día podamos hacer la ruta desde San Petersburgo para acabar, finalmente: juntas en París.

🌕🌕🌕🌕/5

¿Qué otras películas conoces donde se altere los hechos reales como recurso de ficción? Te leo en comentarios.