Reseña de LUCES DE LA CIUDAD (1931) – Charles Chaplin.

Nos trasladamos en esta ocasión a una época de silencio donde un astuto Charles Chaplin dio con la fórmula perfecta para convertirse en uno de los actores y figuras más importantes (incluso a día de hoy) del cine mudo. Puede que no sea una de sus películas más famosas, pero la secuencia del boxeo es toda una inspiración para todos los clowns del mundo, por su ritmo, expresión, comicidad y riqueza corporal.

Luces de la ciudad (1931) es toda una lección de vida para todos aquellos que nos cuesta ver el lado bueno de las cosas (peliculón) y tirar para adelante incluso cuando las cosas se tuercen un poco, por lo que la lección de Charlot de “Mañana los pájaros volverán a cantar” es perfecta para un año como el vivido, con positividad y esperanza, que es realmente de lo que va la película a groso modo.

Incluso 90 años de su estreno, Charles Chaplin sabe dar con la comedia como nadie más lo hace, nosotros nos reímos a carcajadas, el humor y las payasadas no entienden de edad, tiempo o país. Es una persona tan universal que no hay nadie que no conozca a Chaplin o haya visto alguna de sus películas. Es sencillamente maravilloso ver una cinta muda, en blanco y negro, y sin los letreros traducidos al castellano, y ser capaces de comprender lo que nuestros ojos ven y entender lo que ocurre. Somos más listos, puedes pensar, ya tenemos mucho camino andado en esto de ver cine, es sencillo porque son fantoches interactuando… pero es precisamente el rostro y la interpretación de Charlot lo que hace que comprendamos. La banda sonora claro está también hace su trabajo, y muy bien he de reconocer.

La trama es sencilla y para todos los públicos, siempre reinadas por la casualidad de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno, y con un gran sentido del humor. Una mujer ciega que vende flores conoce a Charlot y éste se enamora de ella, hasta tal punto, que la ayuda a pagar sus deudas y su operación para recuperar la vista. Para conseguir dinero trabaja en numerosos sitios hasta que por una confusión es encarcelado. Para saber el final y otros aspectos de la trama tendrás que verla y contarme que te parece el desenlace de la historia.

Por muy negro que hoy pueda parecer todo, es preciso aferrarse a la idea de que quizá el mañana sea dichoso: esta es la esencia del mensaje de la película, que pase lo que pase, mañana los pájaros seguirán cantando.

🌕🌕🌕🌗/5

¿Qué harías si un millonario borracho se encapricha de ti? Te leo en comentarios.

Otras películas de Charlie Chaplin:

El gran dictador (1940).