Reseña de THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW (1975) – Jim Sharman.

Basada en el conocido musical The Rocky Horror Show de Richard O’Brien, Jim Sharman lleva a la gran pantalla a mediados de los años 70 la combinación perfecta de musical, desinhibición, ciencia ficción y libertad sexual, con un carácter muy de clase B pero que pronto se convirtió en una película de culto para resto de la historia del cine. Series como Glee (2009 – 2015) o películas como Las ventajas de ser un marginado (2012) les han rendido homenaje a esta película que a día de hoy sigue siendo un referente tras más de 40 años de su estreno.

Esta adaptación del teatro al cine cuenta la historia de Janet (Susan Sarandon) y Brad (Barry Bostwick), 2 jóvenes enamorados que, tras tener una avería en el coche de camino a ver su amigo el Dr. Everett V. Scott (Jonathan Adams), acuden a una vieja mansión en el camino en busca de ayuda. Allí conocen al anfitrión de la fiesta que se celebra, el Dr. Frank-N-Furter (Tim Curry) que está a punto de presentar su última creación: el hombre perfecto, con un cuerpo de escándalo y la mitad de un cerebro. Este hombre aparentemente perfecto se llama Rocky Horror (Peter Hinwood), al que le acompañan los sirvientes y compañeros del Dr. Frank-N-Furter: Magenta (Patricia Quinn), Riff Raff (Richard O'Brien) y Columbia ("Little Nell" Campbell). Todo ello narrado por el criminólogo (Charles Gray) que investiga lo sucedido esa noche en la mansión.

Todos los protagonistas descubrirán sus pasiones y deseos más ocultos, encontrando la más absoluta liberación personal (y sexual) que los llevará a un estado de felicidad total; todo ello maquillado de una estética extravagante, llena de lentejuelas y ojos marcados de lápiz negro. Una cinta llena de canciones pegadizas, desde los labios rojos de la actriz Patricia Quinn en Science fiction - double feature en el inicio de la cinta, pasando por el clímax de la fiesta con Time warp, haciendo un alto en el camino en Touch-a-touch-a-touch-a-touch me interpretada por el personaje de Janet; y terminando con un melancólico y nostálgico I'm Going Home interpretado, en este caso, por un magnífico Tim Curry.

Este musical cuenta con numerosos aficionados y con un ritual de visionado digno de analizar, donde la audiencia participa de forma activa cuando ven la película, desde tirar arroz en la boda al inicio de la historia, encender una linterna cuando Brad y Janet cantan There's a light, o ponerse un gorrito de fiesta cuando Frank-N-Furter le canta Cumpleaños feliz a Rocky. Casi casi te puedes ir con una maleta de viaje repleta de artilugios de todo tipo para ver esta película en el cine y suponemos que también habrá sesiones adaptadas para las personas que quieran disfrutar de una forma un poco más pasiva del film.

The Rocky Horror Picture Show (1975) es una película que veremos hasta nuestros últimos días y que a pesar de que jamás la hemos visto doblada al castellano, no podríamos verla fuera del idioma original. Una cinta por la que transitas por todas las emociones posibles, desde la risa al llanto en menos de 2 horas de metraje, dejándote con una sensación final de no saber lo que has presenciado pero que sin saber cómo: te ha gustado.

🌕🌕🌕🌕🌑 (4/5)

¿Crees que esta película ha envejecido bien? ¿Cuál es la moraleja personal que extraes tras verla? Te leo en comentarios.

Comentarios

  1. Uno de mis musicales favoritos, adoro esta película, debería ser obligatorio verla en los colegios jajahaja (es broma (en realidad no)).
    Creo que ha envejecido muy bien y como dices se ha convertido en cine de culto.🤩🤩🤩

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