Reseña de JUDY (2019) - Rupert Goold.
Tenía una necesidad imperiosa de ver esa película en la que Renée Zellweger había ganado el Globo de Oro y el Premio Óscar a mejor actriz principal, estando nominada al mismo tiempo con Saoirse Ronan (Mujercitas) y Scarlett Johansson (Historia de un matrimonio) en uno de los mejores papeles de su carrera. Mi quiniela cinematográfica del 2020 de los premios Óscar tenía a Scarlett como clara favorita y no entendía porque Renée se llevaba ambos premios. Después de ver la película, entiendo muchas cosas.
Subestimé a la actriz que le da vida, en su adaptación cinematográfica, a Roxie Hart en Chicago (2002), pero aun con esas y entendiendo el trabajo que supuso hacer a una actriz tan famosa y reconocida como lo fue la protagonista de uno de los musicales más famosos del cine, sigo teniendo a Scarlett entre mis favoritas (tanto por el film de Noah Baumbach como en su papel secundario en la de Taika Waititi)
Desconocía la vida que tuvo Judy Garland más allá del estreno de El Mago de Oz, ni sus miserias ni sus penas. Supongo que no fue fácil ni antes, ni durante, ni mucho menos después de haber marcado la historia del cine de Hollywood haciendo de Dorothy con sus chapines. Tuvo que vivir de su propia imagen de aquel film durante toda su vida, con un aire de diva pero frágil e insegura, queriendo gustar a todo el mundo sin haberse respetado a ella misma en ningún momento. El recurso de los flashbacks a veces me gustan y en otras ocasionas me entorpecen la continuidad de la historia.
Si me tengo que quedar con una escena, me remonto a su salida del teatro cuando se encuentra con dos fans y se va a cenar con ellos. Se la ve humana y emotiva, como mucha humildad. Sin embargo, en todo lo que dura la película, ni me emocionado ni he empatizado. Eres espectador de la película sin llegar a sumergirse en ella.
🌕🌕🌕/5
¿Era Renée Zellweger tu favorita en los premios Óscar de 2020? Te leo en comentarios.

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